En muchas ocasiones, las historias más desconocidas son las más apasionantes. Experiencias que caen en el olvido, pero que cuando salen a la luz pueden servir de inspiración para mucha gente. Suelen estar protagonizadas por los conocidos como superhéroes sin capa, personajes anónimos, cuyo legado es poder ayudar a los demás décadas después. Este es el caso de nuestro invitado de hoy, cuya asociación lucha por preservar la memoria de este tipo de personas, sin duda ejemplos para las generaciones venideras.
Hoy hemos tenido el placer de contar en nuestro programa con Jorge Martín Pérez, presidente de la Asociación Pasaje Begoña, cuya misión es textualmente «Descubrir, proteger y difundir la Memoria Histórica LGTBI para que el colectivo LGTBI ocupe con dignidad su lugar en el mundo». Esta fundación comienza fruto de la casualidad. Un familiar suyo fue a comprar una vivienda a principios de los ‘70, cuando la vendedora del mismo encontró un periódico, en el cual informaban de una redada en un lugar de Torremolinos llamado Pasaje Begoña. Esto les llamó mucho la atención. Junto con un grupo de profesores de la Pablo de Olavide que estudiaban la memoria LGTBI, que accedieron a estar dos años viajando a Torremolinos sin financiación, comenzaron a estudiar el caso, entrevistar, buscar… para tratar de averiguar qué había pasado allí.
Y es que Pasaje Begoña fue la cuna del movimiento LGTBI en España. No eran simplemente bares de gais y lesbianas, sino locales en los que cualquier persona podía ir allí a divertirse y convivir en libertad. Los primeros meses de investigación fueron muy duros. La contrariedad de versiones (algunos vecinos declaraban que se trataba de un lugar de mucho lujo, mientras que otro lo recordaban como plagado de delincuencia). Con el tiempo descubrieron que nadie mentía, todos esos hechos sucedieron en diferentes etapas.
Franco, que seguía en el poder en aquella época, ordenó que todos estos ocales cerrasen y a partir de ahí se cerró una etapa maravillosa en aquella zona de Torremolinos. Pasó de ser una urbanización de ocio visitada por miles de personas a un lugar marginal plagado de brutalidad policial. En los ‘70, las personas homosexuales eran tomadas por peligrosas y podían ser multadas o encarceladas por el mero hecho de su orientación sexual, por lo que la represión policial se incrementó sobre este colectivo. Es más, incluso la medicina decía que este colectivo necesitaba tratamiento al entender que estaban enfermos.
Por lo tanto, el contexto histórico de la comunidad LGTBI durante esta etapa era realmente duro: Las leyes decían que eran peligrosos, la medicina decía que eran enfermos y la Iglesia decía que eran pecadores. Los protagonistas de aquellas experiencias dejaron un patrimonio inmaterial imborrable. Algunos de ellos, como Sandra Almodóvar, declaran que durante las redadas se escuchaban frases por parte de los policías como «los que tengan documentación a la derecha, los que no a la izquierda y los extranjeros al centro», lo que dejaba entrever la diferencia de tratos a unos u otros. De entre todas las personas afectadas, las mujeres transexuales fueron de las minorías más perseguidas y que más sufrieron.
Jorge reconoce que como sociedad hemos avanzado mucho, pero también nos advierte que aún nos queda mucho camino por recorrer. En cuanto al ámbito personal, nuestro invitado nos cuenta una desagradable experiencia que le tocó vivir, en la que viajó con su hijo y su marido a un país europeo donde les recomendaron no decir que eran pareja sino amigos por su propia seguridad. No se trata de un caso aislado, ya no solo en la vida de Jorge sino también es uno de los tantos y tantos ejemplos de discriminación que este colectivo tiene que soportar en el día a día.
Volviendo a la Asociación Pasaje Begoña, descubrimos durante el programa alguno de sus principales logros. Declaración del Pasaje Begoña por parte del Parlamento de Andalucía como cuna de los derechos y libertades LGTBI, declaración del Congreso de los Diputados como lugar de memoria histórica y cuna de los derechos y libertades LGTBI, miembro de plenos derechos de la Coalición Internacional de Sitios de Conciencia (hermanado con el mítico Stonewall Inn de Nueva York y con la histórica Pulse Disco de Orlando en Florida), declarado Lugar de Interés Turístico de Andalucía… son algunos de ellos.
Jorge destaca que uno de los logros más importantes de la asociación fue la creación de su propio sello de Correos, el más vendido de la historia. De la mano del Espacio Europeo de la Memoria, han creado la Red Memorialista Española, a la que se han adscrito numerosas asociaciones y universidades que comparten experiencias en foros. También estuvieron en el Ministerio de Cultura, en el que se les anunció que habían sido nominados por el Parlamento Europeo como candidata a ser Espacio Europeo de la Democracia. A su vez, le parece realmente interesante el hermanamiento a nivel internacional con diferentes asociaciones relacionadas.
Una de las películas con las que la asociación ha colaborado, La vida chipén, tuvo representación de la propia fundación, e incluso el mismo Pasaje Begoña fue uno de los escenarios del largometraje. Esta producción fue una de las nominadas a los Goya de este año. Y es que la visibilidad y el tener referentes en todos los ámbitos es muy importante para el movimiento, según nos cuenta Jorge.
A la par que Jorge asume la presidencia de la Asociación Pasaje Begoña, Jorge ostenta el cargo de vicepresidente de la Fundación Manolita Chen. Ella fue una luchadora de aquella época de los setenta, cuyo sueño era tener su propia fundación que cuenta con un archivo histórico que da veracidad a su lucha. El objetivo es apoyar a la gente que ha sido discriminada por su orientación sexual y que accedan de nuevo a la vida universitaria o laboral. Para ello cuentan con un programa de reinserción con seis plazas.
Ya en el tramo final de la entrevista, Jorge nos confiesa que su mayor logro en cuanto a nivel personal ha sido el saber superarse día a día, tener ambición para apuntar alto, valorar las pequeñas cosas. Esto lo ha conseguido plasmar en la Asociación Pasaje Begoña, cuyo próximo objetivo es el ya mencionado Espacio Europeo de la Memoria. También están construyendo un lugar en esta ubicación de Torremolinos para recuperar y difundir las vidas de los protagonistas de aquella lucha de los setenta para que nunca caigan en el olvido. De hecho, ya cuentan con una investigación de más de medio centenar de historias.
Sin duda, este es un claro ejemplo de perseguir unos ideales y luchar por ellos. Un objetivo tan sencillo como la libertad y el amor, algo que damos por hecho en el conjunto de la sociedad a estas alturas de siglo, pero que desgraciadamente no se da por igual en todos ellos. La Asociación Pasaje Begoña, a cuya web se puede acceder haciendo click aquí, nos recuerda esta triste realidad, a la par que fomenta unos valores admirables para no volver a aquella situación de represión hacia la comunidad LGTBI.