Mi vida

Ángel Torrado

Cómo empezar con mi historia… 
Una anécdota que me ha marcado durante toda mi vida fue que, con tan sólo dos añitos, me caí de un sexto piso, así que… ¡Estoy aquí de milagro! Parece que ya desde niño sentía que todo era posible. Quizás mis padres ya sabían que traía alas y de ahí, mi nombre «Ángel».
Ahora a por otra cosa mariposa… 
A lo largo de mi vida tuve diferentes problemas debido al sobrepeso. En el colegio, soporté a niños abusones, y conforme fui creciendo, me encontraba con otros obstáculos (no poder sentarme en una parada de autobús o incluso simplemente no poder montarme en una atracción de feria con mis hijas…).
 
Desde muy pequeño he pasado por situaciones complicadas que fui superando con valentía, y eso, me fue afectando en mi alimentación, por eso, siempre fue un reto pendiente bajar de peso y después mantenerlo. 
 
Estudié Ciencias Empresariales y más tarde trabajé en Cajasur durante unos 3 años aproximadamente, pero aunque al principio me sentía motivado, poco después entendí que no era mi sitio. También fui formador en diferentes empresas de ventas y quizás esto se acercaba más a mi vocación de comunicar. Aún así, sentía que no me terminaba de llenar.
 
Desde niño crecí en un negocio familiar dedicado a la hostelería, que he estado compatibilizando con todo lo que iba haciendo, pero el negocio no evolucionaba como debía, pasando por situaciones económicas muy complicadas, y siempre me veía en el mismo sitio y sin avanzar.
 
He llegado a la conclusión que mi estado de ánimo ha ido influyendo en todos las áreas de mi vida incluida mi relación con la familia y los amigos. 
Reflexión
 
Durante mucho tiempo en mi vida no me he sentido realizado en mi trabajo, en mi salud, ni en mis relaciones personales… Siempre viviendo, pensando en el futuro y nunca en el presente. Ponía todas mis fuerzas en las expectativas de algo que no llegaba y, cuando alguna vez lo conseguía,  me daba cuenta de que no era lo que creía.
 
Así una y otra vez frustrado, deprimido, abandonando mi salud en tantas ocasiones, cansado de mi situación y quizás casi cansado de la vida, recordé una frase que un día me dijo mi gran amiga Susana cuando daba formaciones… «Ángel tienes gran potencial para comunicar, tienes vocación para locutor de radio».

Punto de inflexión

Ese día fue un antes y un después… y aunque ya hice cursos de oratoria, pensé:

¿Y si elijo un camino diferente? tomé la decisión de formarme como presentador de Locución y Radio.
 
Al principio, cuando empecé el curso, no tenía muy claro que podría salir de todo esto. Tampoco imaginé que me aportaría tanto en lo personal, lo que sí sentí fue una gran oportunidad que conforme avanzaba en mis sensaciones, confirmaba que, efectivamente, éste podría ser el camino de mi pasión. Comunicar con el corazón podría ser el propósito de mi vida.
 
¿Y qué tal si aprovechaba lo que había aprendido?, todas las formaciones de desarrollo personal, los libros leídos , los cursos… simplemente podía intentar hacer lo que se me daba bien, hablar con el corazón, llegar a las personas compartiendo mi experiencia… Para vivir mi vida como nunca antes había vivido, para vivir una vida digna de ser vivida, para vivir una vida como mi amiga Fati vivió, aprovechando cada hora, cada minuto, y cada segundo, hasta el último suspiro de su vida. Ella decía: «Vyda con Y griega » y gritaba a los cuatro vientos: «Vydaaaaa» dejando huella en los demás…

La oportunidad y el cambio

Es por eso, que vivir con logros para mí es más que un estilo de vida. Es la oportunidad de vivir en grande, vivir una vida con consciencia, vivir una vida plena, logrando todos nuestros propósitos de vida. Era el momento de dar el primer paso, escribir mi carta de logros de nuevo. Digo de nuevo, porque ya la hice, llegué a mi objetivo pero no pude mantenerlo en el tiempo. Hoy tengo la confianza y el compromiso conmigo mismo como presentador de «VIVIR CON LOGROS». Hoy tomo la decisión de comenzar sin esperar nada a cambio y sabiendo que, aunque tan sólo tuviera un oyente y ese oyente fuera yo, ya merecía la pena. A partir de este proyecto tan motivador he empezado a bajar de peso recuperando mis hábitos saludables, me doy cuenta de que, no por trabajar más horas funciono mejor, todo lo contrario, cuanto menos pierdo el tiempo, y más eficiente soy, más prospero.
 
Además, empiezo a ser más creativo con el negocio, preparando eventos con sorpresas, regalos, juegos, campañas en prensa y en radio. Todos estos cambios lo percibimos en la motivación del equipo de trabajo, en los clientes y amigos de la casa… ¡Ahora sí me divierto trabajando! Y el negocio comienza a prosperar económicamente. Y qué decir de mis relaciones personales, con mi mujer y mis hijas… ¡Me siento indestructible! Ellas siempre están a mi lado, son un punto de apoyo fundamental en mi vida. He comprobado que, al gestionar mejor mi tiempo, puedo compartir más con ellas, salir a divertirnos y tener más momentos felices que, al fin y al cabo, eso es lo que nos vamos a llevar…
 
Toda buena historia va acompañada de una carta de logros, yo sigo escribiendo la mía…
¿Y tú, has comenzado la tuya?
 
¡¡A VIVIR!!, ¡¡A VIVIR CON LOGROS!!