Caerse está permitido, pero levantarse es obligatorio. En eso consiste la vida. Podemos equivocarnos una y otra vez en la toma de decisiones, o apostando por un rumbo en nuestra vida. Pero debemos tener el valor de saber detectar el fallo y buscar soluciones. Hay que ser inconformista, no conformarse con aquello que no nos hace bien. Esta es la experiencia de nuestra invitada, la cual nos explicará en el programa de hoy su historia.
Anabel Pérez es una joven empresaria junto a su hermana. Emprendió junto a su hermana Tania durante la pandemia, creando su propio negocio Ksisters y fundó la escuela Kundalini Awakening Path. También escribió el libro Yo estuve aquí durante su paso por la UCI. Y es que este fue el episodio que cambió su vida. Anabel se encontraba estudiando su carrera universitaria, cuando sufrió un grave accidente de tráfico. Al despertar, nos dice que la concepción sobre su propia vida cambió. Su metamorfosis comenzó con dicho libro, cuyo propósito fue aumentar conciencia y coherencia para aumentar el bienestar desde el interior. Su interior le decía que tenía que orientar su vida a la ayuda a los demás, así que decidió ingresar como policía. Durante su formación, se dio cuenta que éste tampoco era su camino.
Es entonces cuando llegó la pandemia. Durante el confinamiento, Anabel conoció el Kundalini: energía vital hinduista, que tiene como objetivo, limpiar, activar y dinamizar los centros energéticos del cuerpo. Por lo tanto, es un estilo muy energético y fuerte, que te hace sentirte más despierto o más consciente de ti mismo, realizando un método meditativo activo. Anabel y su hermana fueron realizando sesiones de esta técnica, completando su formación en Ibiza, viajó con ella (formando un gran equipo, según ella)… Conociendo y experimentando esta técnica oriental.
El Kundalini busca activar tu energía vital, y que ésta a su vez te active a ti. Anabel nos cuenta que es totalmente complementario con ejercicios de yoga. El objetivo principal es despertarnos como persona. Incluso cuenta con base científica, pues al fin y al cabo somos conductores eléctricos en un planeta con polos magnéticos, por lo que estamos hechos de energía. Como participante de sesiones de Kundalini, Anabel se anima a contarnos algunas anécdotas. Por ejemplo, nos cuenta la historia de una mujer que tras su primera sesión acabó muy frustrada al irse sin notar cambios. Un tiempo después, volvió a llamarla para recibir más sesiones y hoy en día se ha formado como instructora en la materia.
Nos parece muy interesante el haber traído al programa una técnica de bienestar oriental tan desconocida para la gran mayoría de nosotros. Fue una charla muy amena, en la que pudimos aprender muchísimo sobre el Kundalini. En caso de querer buscar más información, nuestros oyentes podrán encontrarla en la web Kundalini Awakening Path de Anabel y Tania.